Antoni Amatller era consciente del enorme valor artístico que tenía su vivienda, la Casa Amatller, mucho tiempo antes de que fuera reconocida como una de las mejores casas de la arquitectura modernista catalana. Nos han llegado fotografías de las principales estancias de la Casa Amatller en sus primeros años, ya que Josep Puig i Cadafalch mandaba hacer reportajes fotográficos de sus edificios. El industrial chocolatero era también consciente del valor documental de la fotografía y estamos seguros de que él estaba orgulloso de su hogar.
Gracias a estas antiguas fotografías y a la extraordinaria conservación de los muebles y elementos decorativos, la restauración de comienzos de la década de 2010 pudo devolver a la Casa Museu Amatller a un estado lo más parecido al que tuvo a inicios de siglo XX. Así, es posible afirmar que la Casa Amatller es la única casa modernista de Barcelona que mantiene su aspecto original de 1900, cuando vivía allí el empresario con su hija Teresa. Sin embargo, hay detalles en las imágenes de principios de siglo que no se pueden apreciar, por lo que en la restauración de 2010-15 ha habido algunas sorpresas. Como en la Sala de la Música, situada en la parte pública de la Casa Amatller.
En la parte más alta de las paredes, justo bajo el increíble techo artesonado, los restauradores encontraron un friso con estrofas populares catalanas escritas con caracteres góticos. Una de ellas es el inicio del himno nacional catalán, Els Segadors, en su versión original, reelaborada a finales de siglo XIX. La otra es la Cançó del Mariner, una composición de época moderna.
Estas letras marcaban unos valores catalanistas que se correspondían con la personalidad del promotor de la vivienda, el industrial chocolatero Antoni Amatller, y del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch. Los dos eran protagonistas de la corriente que, además de resaltar la cultura propia de Catalunya, reivindicaba un protagonismo político. Destaca la implicación de Puig i Cadafalch, que fue el segundo presidente de la Mancomunitat.
No se sabe exactamente cuándo ni porqué se taparon estas estrofas, pero nos lo podemos imaginar: por su carácter eminentemente catalanista, especialmente en lo relativo al himno –“Catalunya triomfant…”- seguro que fueron retiradas de la vista en 1939. A inicios de este año el frente de la Guerra Civil estaba en Barcelona, con el ejército franquista a punto de tomar la ciudad de Barcelona. Se avecinaba una época en la que se prohibirían los partidos nacionalistas, el catalán y cualquier atisbo que se pudiera relacionar con el catalanismo. Así que, viendo el difícil panorama que llegaba, es muy probable que se aprovechase en este momento para cubrir unos textos que ligaban a la propietaria, Teresa Amatller, con la tradición catalana y catalanista. Hoy, afortunadamente, se ha podido recuperar este trozo de patrimonio para que podamos disfrutar de su belleza y de la historia que cuenta.
Todos los edificios antiguos guardan secretos, muchos de los cuales se pierden en el tiempo. En la Casa Museu Amatller el trabajo de restauración ha permitido sacar a la luz algunos de ellos, que hablan además de una terrible época de la historia de nuestro país.
Después de décadas ocultos, los versos vuelven hoy a resonar para todos los visitantes de la espectacular casa modernista.
¡Feliz Diada de Catalunya desde Casa Museu Amatller!